Por Ricardo Ortega
Una triste noticia sacudió a la comunidad hípica durante las últimas horas, tras conocerse el fallecimiento del ejemplar "Toque y Rotación”, quien no pudo resistir una complicada operación a su hueso sesamoideo, dejando un corazón vacío de todos quienes lo conocieron y admiraron por su espíritu guerrero.
Hablar solo de un caballo en este mundo de carreras a veces suena un poco injusto, pero no podemos dejar pasar la importancia que tuvo este macho en la vida de su equipo de trabajo. Era un ser que trascendía las líneas de un simple animal, y su partida deja una ausencia irremplazable en esta actividad y en la vida de quienes compartieron su camino.
Desde sus primeros pasos en el Club Hípico de Santiago, bajo los colores del Stud Rastafario y la mirada de Hernán Eduardo Ulloa, “Toque y Rotación” demostró que podía estar para grandes cosas. Su primer triunfo, en noviembre de 2020, marcó el inicio de una travesía llena de altibajos, pero también de triunfos resonantes que lo llevaron a ganarse el amor de los amantes de la hípica nacional.
Tras unas malas presentaciones, el joven entrenador de esa época, Jorge González Morales, descubrió el potencial que tenía el ejemplar. Y tal como en esas historias de películas, el destino juntó a este par para escribir un capítulo marcado por la superación y el éxito, convirtiendo derrotas en lecciones y dificultades en oportunidades. “Toque y Rotación” no solo se dedicó a cruzar en forma victoriosa la línea de meta con los colores de su preparador y del stud Sombra del Ángel y Yayita, sino que se fue transformando en un campeón de verdad, uno que ayudó a construir una vida a su preparador que pasó por diversas dificultades para alcanzar sus sueños en la hípica nacional.
El finasangre salió a la pista en 75 ocasiones, alcanzando 14 triunfos y 26 ubicaciones en tabla, sumando un total de $47.090.500 millones de pesos en premios, una poderosa cifra para un ejemplar que empezó desde las series más bajas en el Valparaíso Sporting.
Podríamos hablar todo el día de su campaña y sus números. Sin embargo, creemos que el hijo de Fantasmagórico merece ser reconocido por algo más. Fue un caballo noble, que cambió la vida de varias personas en su entorno más cercano. Hijo del rigor, valiente como ninguno y hermoso a más no poder
Sin embargo, y más allá de su éxito en la pista, el noble animal demostró su corazón de oro en los momentos más cruciales. Como un verdadero protector y ángel de vida, destinó en más de una oportunidad sus triunfos a causas nobles, apoyando a quienes luchaban contra enfermedades como el cáncer. ¿Cómo no vamos a querer a este caballo si fue un guerrero que dejó una huella en el mundo hípico y en las vidas que tocó?
Hoy despedimos al "chanchito de tierra" con un alto grado de emotividad en nuestros corazones, pero sabemos que su espíritu vivirá en cada relato y recuerdo que evoca su imagen. Aunque sus cascos ya no resuenan en las pistas de los hipódromos nacionales, creemos que su legado será digno para inspirar a cualquiera que busca alcanzar sus sueños en esta difícil actividad.
Querido “Toque y Rotación”, deseamos que más temprano que tarde tu nombre sea reconocido en un clásico en el Valparaíso Sporting, donde no solo se te reconozca como un campeón en las pistas de Viña del Mar y la capital, sino como un símbolo de nobleza, perseverancia y amor verdadero.
Adiós, Toque. Descansa en paz y sigue corriendo por ese campo celestial.
Fotografías: Fotooficial.cl
Comments