Por Daniela Muñoz C.
@dani.indice1
Christian Bonilla
Christian Bonilla, viene de una familia muy ligada a la hípica, su padre es Rubén Bonilla, jinete colombiano que desarrolló su carrera en nuestro país y es de los jockeys extranjeros más queridos por la afición, pero también creció mientras veía correr a Angelo Rivera y Jesús Toro.
Su sueño de pequeño era ser jinete, pero su familia no estuvo de acuerdo con la decisión por lo duro que es vivir de esta actividad, pero Christian llevaba la hípica en la sangre y a escondidas de su núcleo comenzó a trabajar cuidando caballos.
Su carisma y simpatía se destacan en el interior del Club Hípico de Santiago pero Mr.Chocopop (su nombre artístico) también brilla en distintos escenarios de la capital con su faceta de cantante en el mundo de la música urbana.
¿Cuál es la labor que desarrollas en el Club hípico?
- Soy cuidador de caballos y galopador donde Sergio Inda, galopo los mismos caballos que cuido y también los de mis compañeros. En realidad, todos los del corral 26.
¿Por qué decidiste ser cuidador y galopador también?
- Siempre quise hacer esto, mi sueño de cabro chico era ser jinete, ya que por parte de mi papá lo llevo en la sangre, él fue jinete, pero ya está retirado hace como 11 años más o menos y ahora de grande me metí a trabajar con caballos y aprendí a galopar y ahora quiero aprender a montar en silla. Finalmente, lo hice por mi papá.
Es toda una vida ligado a la hípica…
- Sí, de chicos. Desde que tengo memoria estoy metido acá en los hipódromos, más en el Hipódromo Chile, porque mi papá corría más allá que en el Club Hípico, pero él no me dejó meterme de lleno para ser jinete, entonces yo me metí a la mala, de hecho, ni le conté. Llegué y lo hice.
¿No quería que estuvieras en este mundo?
- Claro, no quería por el peligro y todas las cosas malas que conlleva este mundo, pero yo igual tenía ganas.
El trabajo de cuidador es muy duro. ¿Cómo lo complementas con la vida familiar?
- Es difícil porque hay que estar temprano acá. Uno llega a la casa cansado, no salimos tan tarde, pero yo igual lo complemento con otro trabajo, entonces tengo dos trabajos y no dejo este porque es mi pasión, es todo.
También sabemos que tienes otra pasión. ¿Cómo se da esta dualidad del mundo de la hípica con ser cantante urbano?
- En la música me va bien igual, ósea ni bien ni mal, pero porque yo no le he dado 100% a eso, entonces me dediqué más a la hípica y dejé la música un poco de lado, pero ahora estamos retomando otra vez y pronto se viene un temita con video musical.
Gastas harto tiempo ambas actividades porque la música requiere dedicación y la hípica es muy demandante.
- Sí, harto tiempo, pero uno se tiene que ordenar y estar enfocado en las dos cosas y también en la familia. Yo tengo un hijo, mi pareja y hay que estar ahí dividiéndose y multiplicándose.
En ese momento pasa el jinete Wladimir Quinteros, quien es muy amigo de Christian y pide que le envíe saludos en esta entrevista: ¡Un saludo para Wladimir!, mencionó entre risas.
No todos los cuidadores son galopadores al mismo tiempo ¿Por qué decidiste hacer ambas actividades?
- Solamente porque me gusta y quiero aprender bien, todos los días se aprende algo nuevo con los caballos y también para tener más experiencia para cuando me toque galopar en silla, igual es super distinto galopar en silla que en cuero, pero ya tener la fuerza en las piernas por lo menos y por eso lo hago, no tengo ningún problema de galopar todos los del corral, me gusta caleta.
¿Qué sientes cuando tus ejemplares cruzan la meta y/o cuando ganan?
- Cuando ya están atrás del partidor estoy súper nervioso y cuando ganan es mucha la alegría porque es un trabajo diario, de toda la semana, después hay que darle un trabajo distinto si es que no llegan bien. Cuando hacen una mala actuación ir buscándole, entonces cuando hacen buenas carreras uno queda súper contento y cuando hacen mala seguir trabajando para mejorar porque esto no para.
¿Tienes algún ejemplar regalón?
- Todos la verdad, ahora estoy cuidando una potranca, a Prosaico y Azulle, todos son mis regalones.
¿Y te gustaría incursionar en alguna otra faceta de la hípica?
- Me gustaría solamente estar enfocado en aprender a montar en silla y si todo sale bien quiero irme a Estados Unidos, partir para allá sería un sueño.
¿De aquí a 5 años te deberíamos ver cumpliendo el sueño americano?
- Tiene que ser en menos de 5 años, en dos ya debería estar allá. Este año mi meta es aprender a galopar en silla y el otro año si Dios quiere y todo sale como me lo propongo, estar allá dando el 100%.
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